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Inclusión: Creciendo juntos a través del juego

En la educación preescolar, la inclusión no es sólo un objetivo educativo, sino un valor que impregna cada momento del día. Creemos que cada niño es único y que su diversidad (cultural, lingüística o relacionada con necesidades específicas) es un recurso valioso para toda la comunidad escolar. ¿Cómo podemos promover mejor este enfoque? ¡A través del juego!


El juego como puente hacia la inclusión


El juego es el lenguaje que todos los niños entienden. Supera barreras lingüísticas, culturales y cognitivas, creando un terreno común donde todos pueden expresarse libremente. Por ello, hemos diseñado actividades de juego inclusivas que permitan a cada niño participar según sus posibilidades, fomentando la colaboración, la empatía y el sentido de pertenencia.





Uno de los ejemplos más significativos es el juego “La Búsqueda del Tesoro de las Emociones” , diseñado para ayudar a los niños a reconocer y compartir sus emociones, al tiempo que fortalecen los vínculos dentro del grupo.



La búsqueda de los tesoros de las emociones


Objetivo : Promover la inclusión compartiendo emociones y valorizando la singularidad de cada niño.


Material :

  • Tarjetas ilustradas con diferentes emociones (alegría, miedo, sorpresa, etc.).

  • Bolsas o cajas que contienen pequeños "tesoros" (piedras de colores, hojas, símbolos culturales infantiles).

  • Un gran tablero con caminos sencillos para seguir juntos.


Desarrollo :

  1. Introducción : Los niños, sentados en círculo, comparten una historia o una experiencia vinculada a una emoción. El profesor guía la conversación, involucrando incluso a aquellos que hablan menos con preguntas abiertas.


  2. En busca de tesoros : Divididos en pequeños grupos mixtos, los niños trabajan juntos para encontrar los "tesoros" escondidos en el aula o en el jardín. Cada vez que encuentran una, sacan una tarjeta de emoción y cuentan una ocasión en la que se sintieron así.


  3. Puesta en común final : Al final del juego, cada grupo muestra su “botín” y reflexiona sobre lo que ha aprendido de los demás, enfatizando la importancia de escuchar y el descubrimiento mutuo.


Resultados del juego

Esta actividad no sólo es divertida, sino que tiene un profundo impacto en el desarrollo emocional y social de los niños. A través de la narración y la colaboración:

  • Los niños aprenden a reconocer y expresar sus propias emociones y a respetar las de los demás.

  • Se crea un clima de confianza, en el que todos se sienten acogidos y parte del grupo.

  • Las diferencias se convierten en inspiración para la curiosidad y el descubrimiento mutuo, rompiendo prejuicios y estereotipos.



Una huella que permanece

La inclusión no es una meta a alcanzar, sino un camino que se construye día a día. A través del juego transformamos el aula en un lugar de crecimiento y de compartir, donde cada niño es protagonista y constructor de relaciones auténticas.

Si quieres saber más sobre nuestras actividades o tienes ideas de nuevos juegos inclusivos, déjanos un comentario. ¡La comparación con las familias y la comunidad es parte fundamental de nuestro crecimiento!



 
 
 

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